Permite que su audio revele una mayor claridad acústica y detalles. zaZen (meditación sentada) es una plataforma de aislamiento estable diseñada para tocadiscos, amplificadores de válvulas y otros equipos de audio sensibles. La combinación de la masa de la plataforma y la tecnología de aislamiento IsoAcoustics integrada permite que los equipos de audio revelen una mayor claridad y detalle acústicos. El zaZen está disponible en 2 tamaños: zaZen I con una capacidad de peso de 25 lb (11,3 kg) y zaZen II con una capacidad de peso de 40 lb (18,1 kg).
Las plataformas de aislamiento zaZen son la última incorporación a la galardonada familia de productos de aislamiento de IsoAcoustics. El zaZen proporciona una plataforma de aislamiento estable con un piso de bajo ruido, diseñado para giradiscos y componentes de audio.
Felipe Moya –
Isoacoustic ZaZen I: «Fue como sacarme una piedrecita del zapato». Vi el producto en la web por recomendación de un amigo. Fue un vitrineo rándom. Leí un par de reviews y ahí fue intuí que eso que me molestaba con ciertos vinilos se podía solucionar. Decidí arriesgar, compré la Zazen I y me lancé a las pruebas. Parti refrescando la memoria auditiva con dos temas que me habían dado ciertos problemas con los bajos. Angel, de Massive Attack y luego me fui a Childish Gambino, con el primer tema del álbum «Awaken, My Love», llamado «Me and your Mama». Primera escucha sin la Zazen I y ahí estaban los problemas, como era de esperar… esos bajos potentes que comienzan sorprendiéndote, para luego llevarte desde la sorpresa al desagrado. Instalé la Zazen I y volví a repasar ambos temas. Tal como intuía, los bajos se atenuaron lo justo para no molestar. No estoy seguro, pero quizás el concepto técnico sea «reducción de la distorsión». Para ser franco, estoy poco familiarizado con este concepto. En fin, primer golazo de la Zasen I, ordenó los bajos. Lo que no vi venir fue que, al ordenarse los bajos, aparecieron más detalles en los agudos y cierta nitidez en los medios. Con eso en mente, continué las pruebas con dos de mis vinilos favoritos: Midnight Sugar, de Yamamoto trío, y Blow Up, de Isao Suzuki (ambos joyas del sello japonés de los ratones ciegos, en 45 rpm). Escuchando estos discos se acentuó mi sensación de transparencia. Se me hizo claro que, por un lado se generó un telón de fondo más limpio, generando así una mejor presencia de los instrumentos. Podría seguir vendiendo humo acá, pero quiero resumir este comentario en una pura idea: Instalar la Zazen I bajo mi tornamesa incrementó el placer de escuchar mis vinilos favoritos. Realmente fue como sacarme una piedra del zapato.